Detrás del concurso que lidera el Cpccs para elegir al nuevo contralor del Estado, hay intereses políticos. A criterio del coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, Germán Rodas, empresas como Odebrecht que "financiaron campañas electorales", pretenden "tener el control de determinados organismos. en el caso ecuatoriano de la Contraloría, para que nadie les sancione, nadie les multe, nadie les investigue”.
Ante ello, asegura que "hay unos cuantos candidatos que dependen de los intereses de Odebrecht, de otras empresas y de ciertos grupos políticos", que contaminan el proceso. Por lo tanto, "eso no es un concurso, sino que es un mecanismo para buscar impunidad con alguien que pueda tener ese cargo”, afirmó.
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En ese sentido, Rodas habla de un "proyecto de asalto a la Contraloría" mediante en el que manipulan las calificaciones de los aspirantes para posicionar a quién les conviene que ocupe el cargo. “Todo el concurso ha estado dirigido para que, por ejemplo, un importante exabogado de Odebrecht llegue al final, para que alguna funcionaria de carrera que trabajó con Carlos Pólit también esté llegando a la recta final. Mientras tanto, a aquellos que podrían entorpecer este proyecto de asalto a la Contraloría les cambian los puntos, les bajan puntos”.
Es así como habló de “intereses protervos de quienes asaltaron el país durante muchísimo tiempo, para protegerse para que nadie les moleste" y de ejecutarse el plan "la Contraloría podría caer en manos de aquellos que han asaltado los recursos del país". Por lo que, frente a esa realidad, la suspensión del concurso era lo mínimo que debía ocurrir.