A este ecuatoriano de ascendencia judía le sigo la pista desde que luego de vencer a “Raymundo y todo el mundo”inauguró en Manta su monumental Mall del Pacífico, que marcó una etapa en la vida de esta ciudad-puerto-balneario; y más, si el día que lo inauguraron, encabezando un grupo que recorría los pasillos, se adelantó unos pasos para prolijamente el mismo recoger una basura del piso, instante en que su mirada se cruzó con la mía, a la vez que correspondió de igual forma al pulgar que le elevé en aprobación a su gran gesto. Aumentó mi admiración a él, cuando luego del terremoto de A16-16, su equipo “Independiente del Valle” donó íntegra la taquilla de una fecha, para efectos benéficos en Manabí.
Y ya que mencioné a este equipo de fútbol “tumba campeones”, éste refleja lo acertado y humano del exitoso Michel Deller. No pondero hoy el clamoroso éxito deportivo de este equipo, pero si la base mental de quienes lo dirigen, con su trabajo e inversión, que se han realizado en muchos jóvenes, quienes primero son educados y cuidados en todos los aspectos, para simultáneamente enrumbarlos a los triunfos deportivos que son noticia diaria, los que luego se convierten en sustanciales ganancias económicas; al extremo que esta organización se ha ampliado a España y a Colombia con la adquisición de equipos de futbol de esos entornos. Además, un joven de 16 años, del IDV, ya está negociado en 20 millones de dólares; increíble.
Esta insospechada incursión de Deller al mundo futbolístico que se ha agregado al éxito de sus muchos negocios empresariales e inmobiliarios, me ha hecho pensar en que su demostrada capacidad administrativa y liderazgo, que comienza con su dedicación a mejorar la calidad mental y física de los seres humanos, es lo que nuestro Ecuador necesita a gritos y desde hace rato. Por eso, en estos tan difíciles momentos que vivimos, planteo a los generosos lectores -con mi derecho de común ciudadano- a proponer a Michel Deller como el “outsider”que estamos buscando para que presida nuestro agobiado país.
Deller no tiene el “rabo de paja” de algunos de los otros que a diario se ofrecen para llegar a Carondelet; todo lo contrario, posee su palmarés límpido y triunfante a más de aglutinante; no tiene ni tendría oposición alguna porque sería un candidato fresco y transparente; sería una suerte de emulación del inolvidable Clemente Yerovi Indaburuquien muy bien gobernó nuestro país en circunstancias algo parecidas a estos álgidos días.
Si Ud. generoso lector coincide con este contador de historias, reenvíe nutridamente esta propuesta. Con el poder del modernismo comunicativo actual, seguro llegará a Deller, quien no se negará a servir a su patria, que ahora a él tanto lo necesita. A la vez, llegará a los dirigentes políticos que deberán presentar esta candidatura a las autoridades respectivas, no para que gane Michel Deller, sino nuestro Ecuador, con las acertadas ejecutorias que desde Carondelet y con su equipo, él generará por el bien de todos.
