Nos lo advirtieron y no les creímos. Un banquero es un banquero.
Un tatuaje en la personalidad, que no se borra ni pasándole esmeril o lija de fierro.
Las expresiones vertidas por el doctor Marcelo Dotti, en este espacio, son de su absoluta responsabilidad y autoría, y no representan la posición editorial de ecuadorenvivo.com, ni de sus directivos.