Este martes 30 de mayo, la jueza de Garantías Penitenciarias de Pichincha, Soledad Manosalvas, presidirá una audiencia para evaluar los argumentos presentados por la defensa del exvicepresidente Jorge Glas, quien busca que se realice el cómputo de su pena. Desde noviembre del año pasado, Glas ha estado en "libertad provisional", presentándose periódicamente ante una autoridad de justicia en la provincia de Guayas, en lugar de estar en prisión.
A principios de mayo, el juez de la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Guayaquil, Francisco González, decidió inhibirse de continuar con el análisis del caso, dos meses después de recibir la solicitud de Glas para el cómputo de su pena. González argumentó que la jueza penitenciaria de Pichincha, Melissa Muñoz, y no él, era la autoridad natural ante quien la defensa de Glas debía presentar la solicitud. Esto se debió a que Muñoz ya había resuelto el pedido de pena única en enero pasado.
En enero, la jueza Muñoz aceptó la solicitud de Glas y determinó que la pena única a cumplir sería de ocho años de cárcel. Esta resolución confirmó que la condena por el delito de cohecho pasivo agravado dentro del caso Sobornos 2012-2016 absorbería la pena de seis años de prisión por asociación ilícita relacionada con la trama de corrupción de la empresa Odebrecht en Ecuador.
El juez constitucional de Santo Domingo de los Tsáchilas, Émerson Curipallo, quien otorgó las medidas cautelares a favor de Glas, aclaró que el beneficio para el exvicepresidente se mantendría hasta que se resolviera su situación penitenciaria.
La audiencia que presidirá la jueza Manosalvas tiene como objetivo realizar el cómputo de la pena, es decir, determinar con precisión la fecha de finalización de la condena y, en consecuencia, la fecha a partir de la cual Glas podría solicitar el cambio de régimen penitenciario a la prelibertad, un beneficio que implicaría cumplir el resto de su pena fuera de la cárcel bajo ciertas medidas para su reinserción social.
El abogado de Glas, Christian Palacios Zambrano, anticipó que presentarán la solicitud de beneficio penitenciario de prelibertad o libertad controlada una vez obtengan la resolución de ejecutoria correspondiente. Palacios considera que es lógico pensar en la prelibertad, ya que cree que su cliente debió haber obtenido ese beneficio hace más de dos años.
Jorge Glas ingresó a la Cárcel 4 de Quito el 2 de octubre de 2017, después de entregarse a la justicia en el caso Odebrecht. Ha estado privado de libertad por más de cinco años, con una breve salida de 40 días del Centro de Privación de la Libertad de Cotopaxi gracias a un habeas corpus otorgado por un juez de Manglaralto, el cual fue posteriormente anulado.