El ministro de Salud Pública, José Ruales, participó en la reunión de alto nivel sobre Cobertura Sanitaria Universal. Esto como parte de la agenda de trabajo que cumple en Nueva York, Estados Unidos por motivo de la Asamblea General, 78º período de sesiones.
La reunión se enfocó en las acciones que cada país miembro ejecuta para ampliar la cobertura en salud y garantizar el bienestar en un mundo post-COVID-19. Contó con la asistencia y participación de Estados Miembros y Observadores de la Asamblea General, Sistema de las Naciones Unidas, Parlamentarios, Organizaciones no Gubernamentales y de la Sociedad Civil, Instituciones Académicas y el Sector Privado.
La autoridad sanitaria de Ecuador, aseguró que para contribuir a la Cobertura Universal en Salud se construyó el Plan Decenal de Salud 2022-2031, que se alinea con los compromisos de la Agenda 2030, aborda los determinantes sociales y ambientales de la salud, promueve estilos de vida saludables, modelos de prevención y diagnóstico temprano en enfermedades prevenibles y muertes evitables.
Ecuador expuso estrategias integrales para luchar contra el cáncer infantil, en Nueva York
En su ponencia, Ruales destacó que el Ecuador considera primordial el generar espacios de dialogo en temas de salud para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. “La atención de salud gratuita debe ser garantizada en todos los niveles de atención, por medio de redes integradas. Para ello, en Ecuador priorizamos grupos de población vulnerable como niños, madres y mujeres embarazadas, personas con discapacidad o enfermedades catastróficas y adultos mayores”, puntualizó.
Ecuador trabaja con un enfoque de Atención Primaria de Salud, en este contexto, se ha fortalecido el primer nivel de atención con personal sanitario, infraestructura y equipamiento, además de proyectos innovadores en salud mental, salud intercultural, violencia de género, prevención de embarazo adolescente y, control de enfermedades prevalentes.
Para finalizar, José Ruales dijo que Ecuador ha dedicado esfuerzos para reducir la desnutrición crónica infantil, con una estrategia integral e intersectorial, revirtiendo una tendencia negativa de los últimos 20 años con reducción del 3.5% en su prevalencia. “Esta política pública ha logrado evitar el riesgo de desnutrición de 20.000 niños en los últimos 2 años”.
