En Pueblo Unido hubo fiesta. Poco después de las 17:00 Anahí regresó a su casa, tras 9 días de estar secuestrada. Decenas de amigos, vecinos del barrio y familiares aguardaron el regreso de la niña.
La expectativa en el sur de Quito comenzó en la mañana. Se hicieron todos los preparativos. La gente compró globos blancos y pintaron un cartel de bienvenida.
La pequeña llegó en un taxi, acompañada de su madre y escoltada por la Policía. Hubo oraciones.
Una hora antes de que arribara Anahí, de 2 años y 4 meses de edad, fue entregada a Xavier y a Paola, sus padres. Apenas la vio, su madre la abrazó y la besó.
El papá hizo lo mismo. Era la primera vez que la veían desde el pasado 6 de agosto, cuando desapareció de un local de Internet. “Volver a ver a mi hija fue una sensación de felicidad indescriptible”, contó Xavier. La entrega de la niña se realizó en las instalaciones de la Policía especializada en niños (Dinapen).
A ese lugar también acudió más gente que quería ver a la menor. Aguardaron con fotografías y una pancarta que decía: “La pesadilla al fin terminó”.
El momento en que la madre salió de las oficinas policiales, con la pequeña en brazos, el resto de allegados gritó su nombre y aplaudió.
Fuente: El Comercio