El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) lo único que genera es zozobra y dudas sobre el proceso electoral. Así resumen el momento político que vive el país, el extitular del ex Tribunal Supremo Electoral (TSE), Carlos Aguinaga, derivado del conflicto entre dos instancias electorales por la inscripción de la candidatura presidencial del empresario Álvaro Noboa, del movimiento Justicia Social, cuyo propietario es Jimmy Salazar, marido de Pamela Martínez, sentenciada en el caso Sobornos.
Cuando se creó en la norma el TCE se lo hizo para resuelva los problemas administrativos electorales y en el camino ir corrigiendo las fallas del sistema de partidos. Los fallos del TCE han pasado a ser políticos, manifestó.
En el caso de Justicia Social, "un movimiento de papel", ha tenido observaciones y cuestionamientos a la legitimidad de origen en la recolección de firmas. ¿Por qué? Porque el sistema jurídico electoral permite esto, es muy laxo para crear movimientos o partidos políticos.
Según el exfuncionario, la candidatura de Noboa es una intromisión de última hora, es extraña al proceso. La sentencia del TCE lo que hace es reconocer la vida jurídica del movimiento Justicia Social, pero "ahí no hay candidaturas, no hay proceso de inscripción, no hay nada".
En la sentencia de marras se establecen las medidas de reparación, y eso es lo que trastoca todo el tema, porque son imposibles en forma legal y material de ser ejecutadas. "La sentencia es inejecutable". Por otro lado, vendieron humo, vendieron expectativas, vendieron la candidatura que no podían vender, porque este movimiento ya hizo una primaria designando a Fabricio Correa, luego postuló a otro señor de apellido Casanello, y quieren una tercera oportunidad. "Una barbaridad completa", sentenció.
Esta tercera oportunidad -dijo- significa alterar el proceso. "Aceptar esto significa el desastre del proceso". Además, la sentencia tampoco puede contravenir el Derecho Público, manifestó.
Finalmente, comentó que las autoridades electorales no podrán ser destituidas conforme las últimas reformas al Código de la Democracia, además de que gozan de inmunidad.
Este supuesto conflicto entre el CNE y el TCE es un ping pong., se resuelve de la siguiente manera, según Aguinaga: la sentencia es inejecutable y fin de la película.